lunes, 14 de julio de 2014

TEHUELCHE, HIJO DEL VIENTO…

Comodoro Rivadavia
Imagen tomada de http://www.guiadecabanias.com/
La última charla que ofrecí en ciudades de la Provincia del Chubut, Argentina, fue en el puerto de Comodoro Rivadavia. El título de la conferencia fue “El petróleo frente a la mirada de la sustentabilidad” lo que en ese lugar implicó una provocación pues en este momento se extrae de allí el 50 % de los recursos petrolíferos argentinos y pronto este porcentaje aumentará dados los ricos yacimientos existentes de este recurso no renovable.

Estaban en la audiencia un hombre y una mujer de raza originaria. La mujer habló con desesperanza sobre la explotación no sustentable del petróleo y que el gobierno no consultaba a la ciudadanía al respecto de este tema, más bien se dedicaba a acallar a las personas inconformes. Independientemente de que su posición estuviera ligada algún tipo de fundamentalismo, ella se veía genuinamente molesta.

A decir verdad, en el momento de la retroalimentación, también personas blancas expusieron su preocupación de que la producción de petróleo no involucrara correctamente a pequeñas empresas dentro de la cadena de valor.

Comenté la importancia del diálogo sur-sur, de la fortaleza que significa decidir que América Latina sea para los latinoamericanos poniendo como malos ejemplos las empresas trasnacionales que estaban invirtiendo grandes capitales en su ciudad en la explotación petrolífera y hablándoles del caso de México.

Al finalizar la conferencia, Juan Carlos Siarez, de padre quichua (Juan Simón Siarez) y madre tehuelche (Elcira Serdá), me abordó diciéndome que era experto en electrónica y que había descubierto un método de hidrocinética, para obtener energía renovable del flujo de las aguas de ríos o mares, sin dañar peces.

Yo había comentado a la audiencia que sólo me había recibido el viento de Comodoro Rivadavia y que no había tenido oportunidad de caminar el puerto, como es mi costumbre cada vez que llego a un lugar desconocido. Juan Carlos me ofreció presentármelo, así que al día siguiente pasó por mí al hotel en el que me hospedaba y dado que en tres horas tendría que estar tomando un vuelo a Buenos Aires subí de una vez mis maletas a su transporte utilitario en el que carga su herramienta pues él se dedica al oficio de electricista, aunque antes que nada, es un escritor que a su ver, “ensucia papeles”.

Ojalá que todos los que pretendemos ser escritores “ensuciáramos los papeles” como Juanca, como le dicen sus amigos. Él padece de la falta de audición y además de tolerar la discriminación por su origen étnico, ha tenido que soportar con gran valor el que las personas no respeten su discapacidad. A esas personas les refiere con franqueza la incapacidad que tienen al no aceptar su discapacidad de audición.

Juanca me mostró la playa hoy contaminada en la que él y sus hermanos habían aprendido a nadar y en donde su padre acostumbraba pescar. Me llevó hasta la parte alta del “Cerro del Chenque” para que me percatara de la existencia de la gran cantidad de ostras petrificadas allí desde hace millones de años.

Con orgullo me pidió que lo acompañara al Barrio Petrobelli para conocer el lugar en el que pronto habrá un Centro de Encuentro, es decir, un espacio para la convivencia y el aprendizaje de acuerdo a la conceptualización del prominente arquitecto humanista Rubén Pesci, justo sobre una ladera en medio de casas humildes; y es que Juanca es un líder social que ha incursionado en la radio comunitaria conduciendo programas como el de “La hora de las organizaciones” en el que voces como la de él, pueden ser escuchadas.

Juan Carlos Siarez es un tehuelche hijo del viento. Su charla es animada y sus escritos –leí tres de sus libros-, testimonian su sensibilidad política. El escribe en torno a la sangrienta cacería de aborígenes tehuelches a finales del Siglo XIX, cito: “Los terratenientes pagaban por cada indio muerto y les cortaban las orejas para no transportar sus cuerpos. Para qué tantas orejas si no saben escuchar…” Invitaré a Juanca para que el próximo año sea uno de los principales participantes en el Congreso Latinoamericano de Crónica que tendrá como sedes las ciudades de Saltillo Coahuila y Monterrey Nuevo León.


Carlos Gómez F.

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