Nogales en Bustamante, N.L. Imagen de la página bustamantenl.gob.mx |
Dormir es una actividad necesaria
para los seres humanos. Si se logra descansar a lo largo del sueño se le puede
calificar, como reparador.
Cuando duermo en ciudades, aún en
la que vivo, mi descanso es incompleto. Si voy a dormir en Bustamante, - ese
mágico municipio rural de Nuevo León-, logro realmente descansar y hasta tomo
una siesta luego del mediodía, de esas en las que pierdo la noción del tiempo.
¿Por qué ocurre esto? Bustamante
cuenta con 180 mil nogales. Imaginen ustedes el nivel de oxígeno que se placea
en ese lugar. Si se hace algún ejercicio allí durante el día, al momento de
llegar la noche, el sueño siempre es placentero.
En las ciudades la contaminación
atmosférica produce que los ojos lagrimeen, y provoca tos, signos superficiales
de incomodidad del organismo humano ante los agentes patógenos que contiene el
aire; además la contaminación atmosférica tiene la posibilidad de anidar
enfermedades mortales, circunstancia nada menor pues representa altos costos
para el sistema de salud pública.
En la atmósfera de Monterrey existe
la mayor concentración de partículas contaminantes (PM10 y PM2.5) que en ninguna
atmósfera de otra ciudad mexicana. Aunque existe el Sistema Integral de
Monitores Ambientales (SIMA) sus alcances lo hacen deficiente. La
interpretación de los datos sobre la contaminación atmosférica que se obtienen
a través del SIMA arrojan a primera vista, sólo los datos máximos semanales.
Los interesados tenemos que buscar otra página y traducir con fórmulas y
promedios móviles para conocer datos reales de la calidad del aire que respiran
los habitantes metropolitanos.
Imagen tomada de internet |
El activista David Pulido
representante del colectivo “Pueblo Bicicletero”, sostuvo durante la
presentación de los resultados de encuestas sobre la calidad del aire en el
Área Metropolitana de Monterrey, que hay un déficit en materia de áreas verdes;
que falta una verdadera aplicación de la legislación en contra de los
contaminadores; que sigue habiendo pedreras y también cementeras; que hay un
mal sistema de transportación pública y una pobre planeación del desarrollo
urbano. Pulido declaró que no existen políticas públicas integrales entre los
tres niveles de gobierno.
Imagen tomada de internet |
La asociación civil, “El Poder del
Consumidor”, el colectivo ya mencionado y Dinamia, empresa dedicada a los
sondeos, levantaron 1400 encuestas a jóvenes y adultos resultando entre otras
cosas que el 75% de los encuestados relaciona los problemas de salud que ha
padecido, con la mala calidad del aire, y que el 84% desconoce cómo y dónde
consultar, -si los hubiera-, reportes sobre la calidad del aire que respiran.
De acuerdo a esta reveladora
encuesta, si la consideramos como bien realizada y representativa, hay un 26%
de los encuestados que creen que la calidad del aire que respiran es buena,
situación preocupante porque entonces hay ignorancia sobre la peligrosidad del
aire en por lo menos una cuarta parte de la población metropolitana.
La atmósfera de Monterrey es la que
tiene mayor contenido de material particulado a nivel nacional, material que
implica concentraciones menores a 10 micrómetros (100 veces más pequeñas que un
cabello) y que genera por lo menos, bronquitis crónica. También en estas
partículas se hace presente el carbono negro que produce cáncer pulmonar.
Es un hecho que en Monterrey hay un
número creciente de personas con enfermedades pulmonares, aunque en las
estadísticas no aparecen las que las tienen y aún no se han atendido
médicamente.
Recientemente se han establecido
dos nuevas normas mexicanas, la NOM-020-SSA1-2014 y la NOM-025-SSA1-2014 que
respectivamente norman los límites de ozono y de material particulado. Espero que ambas normas se cumplan en
ciudades de la dimensión de Monterrey y su área metropolitana así como en
ciudades medias.
Es preciso que los
gobiernos locales no sean negligentes y se responsabilicen implementando
políticas públicas que mejoren la calidad del aire, porque cada vez somos más
los ciudadanos estamos observando su desempeño y también por el interés propio
de sus representantes están muriendo lentamente bajo el influjo de una
atmósfera que también ellos y los suyos, respiran…
Carlos Gómez
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