jueves, 4 de septiembre de 2014

UNA ENCUESTA REVELADORA

Nogales en Bustamante, N.L.
Imagen de la página bustamantenl.gob.mx
Dormir es una actividad necesaria para los seres humanos. Si se logra descansar a lo largo del sueño se le puede calificar, como reparador.

Cuando duermo en ciudades, aún en la que vivo, mi descanso es incompleto. Si voy a dormir en Bustamante, - ese mágico municipio rural de Nuevo León-, logro realmente descansar y hasta tomo una siesta luego del mediodía, de esas en las que pierdo la noción del tiempo.

¿Por qué ocurre esto? Bustamante cuenta con 180 mil nogales. Imaginen ustedes el nivel de oxígeno que se placea en ese lugar. Si se hace algún ejercicio allí durante el día, al momento de llegar la noche, el sueño siempre es placentero.

En las ciudades la contaminación atmosférica produce que los ojos lagrimeen, y provoca tos, signos superficiales de incomodidad del organismo humano ante los agentes patógenos que contiene el aire; además la contaminación atmosférica tiene la posibilidad de anidar enfermedades mortales, circunstancia nada menor pues representa altos costos para el sistema de salud pública.

En la atmósfera de Monterrey existe la mayor concentración de partículas contaminantes (PM10 y PM2.5) que en ninguna atmósfera de otra ciudad mexicana. Aunque existe el Sistema Integral de Monitores Ambientales (SIMA) sus alcances lo hacen deficiente. La interpretación de los datos sobre la contaminación atmosférica que se obtienen a través del SIMA arrojan a primera vista, sólo los datos máximos semanales. Los interesados tenemos que buscar otra página y traducir con fórmulas y promedios móviles para conocer datos reales de la calidad del aire que respiran los habitantes metropolitanos. 

Imagen tomada de internet
El activista David Pulido representante del colectivo “Pueblo Bicicletero”, sostuvo durante la presentación de los resultados de encuestas sobre la calidad del aire en el Área Metropolitana de Monterrey, que hay un déficit en materia de áreas verdes; que falta una verdadera aplicación de la legislación en contra de los contaminadores; que sigue habiendo pedreras y también cementeras; que hay un mal sistema de transportación pública y una pobre planeación del desarrollo urbano. Pulido declaró que no existen políticas públicas integrales entre los tres niveles de gobierno.

Imagen tomada de internet
La asociación civil, “El Poder del Consumidor”, el colectivo ya mencionado y Dinamia, empresa dedicada a los sondeos, levantaron 1400 encuestas a jóvenes y adultos resultando entre otras cosas que el 75% de los encuestados relaciona los problemas de salud que ha padecido, con la mala calidad del aire, y que el 84% desconoce cómo y dónde consultar, -si los hubiera-, reportes sobre la calidad del aire que respiran.

De acuerdo a esta reveladora encuesta, si la consideramos como bien realizada y representativa, hay un 26% de los encuestados que creen que la calidad del aire que respiran es buena, situación preocupante porque entonces hay ignorancia sobre la peligrosidad del aire en por lo menos una cuarta parte de la población metropolitana.
 


La atmósfera de Monterrey es la que tiene mayor contenido de material particulado a nivel nacional, material que implica concentraciones menores a 10 micrómetros (100 veces más pequeñas que un cabello) y que genera por lo menos, bronquitis crónica. También en estas partículas se hace presente el carbono negro que produce cáncer pulmonar.

Es un hecho que en Monterrey hay un número creciente de personas con enfermedades pulmonares, aunque en las estadísticas no aparecen las que las tienen y aún no se han atendido médicamente.

Recientemente se han establecido dos nuevas normas mexicanas, la NOM-020-SSA1-2014 y la NOM-025-SSA1-2014 que respectivamente norman los límites de ozono y de material particulado.  Espero que ambas normas se cumplan en ciudades de la dimensión de Monterrey y su área metropolitana así como en ciudades medias.

Es preciso que los gobiernos locales no sean negligentes y se responsabilicen implementando políticas públicas que mejoren la calidad del aire, porque cada vez somos más los ciudadanos estamos observando su desempeño y también por el interés propio de sus representantes están muriendo lentamente bajo el influjo de una atmósfera que también ellos y los suyos, respiran…

Carlos Gómez

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