jueves, 25 de septiembre de 2014

¡AGUAS CON LAS AGUAS!

Una montaña desde distintos ángulos puede parecer diferente aunque sea la misma. Por su belleza puede tener un valor escénico, puede tener valor por el material mineral que contiene; o si está forestada, puede tener valor por los servicios ambientales que proporciona, (el mayor de los valores).

En el caso del agua, cuando es potable tiene un valor superior porque su consumo implica un derecho humano. Sin embargo el agua se puede encarecer de acuerdo al destino que se le trace y a los intereses de quienes la administren. Siempre existirá un dilema de carácter ético entre el costo social contra el beneficio privado del uso del agua. Por ejemplo, las refresqueras y la industria de la cerveza buscan la concesión de manantiales para explotarlos privadamente, agua que se deja de emplear para fines agrícolas con propiciando el desempleo rural.

En algunas ciudades mexicanas hay ríos y arroyos canalizados bajo el pavimento que luego surgen cuando la lluvia es incesante. Esta agua de ríos y arroyos muy podría ser potabilizada para consumo humano. El agua de lluvia podría ser recuperada en las ciudades. Pero nada de esto ocurre: nos despreocupamos de lo más valioso.

Lo ideal sería que los grupos de interés (sociedad civil, gobierno, sector privado) confluyeran bajo una ética discursiva que les permitiera introvivenciarse a través del diálogo para cuidar el patrimonio hídrico de todos y hacer un compromiso por ello.

Este nivel de diálogo no ocurrió con el proyecto Monterrey VI que fue adjudicado en un concurso a proveedores el pasado 8 de septiembre sin una consulta pública, y sin la intervención del congreso estatal.

A decir verdad las circunstancias que han rodeado el faraónico proyecto Monterrey VI y su acueducto de 350 kilómetros, han generado dudas.  No fueron convocados para opinar terceros perjudicados. Tampoco fueron hechas consultas públicas para la aprobación de dicho acueducto.

Inicialmente Monterrey VI se planeó para dotar de agua a las futuros asentamientos humanos al norte del área metropolitana de una ciudad que cumplió 418 años de fundada el 20 de septiembre y cuyos fundadores procedieron de Santiago del Saltillo.

Hoy día hay expertos nacionales e internacionales que aseguran que no se requiere traer agua desde la cuenca del Río Pánuco en el tramo que pasa por tierras potosinas ya que se tiene asegurado el abasto local de agua por años y porque hay maneras sustentables de lograrlo localmente.

¿Cuál será la suma de los costos de este megaproyecto anunciado en diciembre de 2012?  Por una parte el costo multimillonario (incluyendo IVA e intereses) de la construcción de un acueducto de 350 kilómetros entre la cuenca hidrológica ya mencionada en San Luis Potosí, y la Presa Cerro Prieto localizada en Linares Nuevo León, acueducto que conducirá el agua que se bombeará desde el sur–sureste hacia el noreste mexicano en una trayectoria ascendente que implicará el empleo de mucha energía (otro alto costo); los posibles daños en la economía local de la la población residente alrededor de la fuente de agua, y de quienes habitan las tierras de San Luis Potosí, Veracruz, Tamaulipas y Nuevo León por las que pasará el acueducto; el costo de la seguridad para que nadie sabotee dicho acueducto; el costo de potabilizar el agua proveniente del Pánuco que es de las más contaminadas pues contiene metales pesados, más el costo moral de saber que el proyecto se emprendió a pesar de ser inviable ambiental, económica y socialmente.

Conozco a los actores principales de este proyecto que muy probablemente se realizará a pesar de la denuncia a la que me sumé junto a otros ciudadanos. Por lo menos quedará una constancia para la historia de que hubo quienes nos atrevimos en su momento, a hacer un llamado a la cordura. Ya compartiré nuevos comentarios sobre el Proyecto Monterrey VI.

Carlos Gómez Flores

miércoles, 17 de septiembre de 2014

LA VOZ DE “LA TUCITA”

Imagen tomada de tabascohoy,com
El rol de niña intrépida, malcriada y con el arrojo de un niño que a sus cuatro años de edad personificó María Eugenia Llamas Andresco con el mote de “La Tucita”, la hizo popular en Iberoamérica porque su histrión permitió el lucimiento actoral de un Pedro Infante que estaba en la cúspide de su carrera artística en la película “Los tres huastecos”. La niña de cabellos rubios fue nominada para ganar el “Ariel” que lo vino obteniendo cuatro años después en 1952 por su actuación en la película “Los niños miran al cielo”.

María Eugenia murió hace dos semanas mientras dormía, -tal y como lo deseó- en la ciudad de Guadalajara cuando estaba de visita en la casa de su hija mayor. El trayecto entre la niña prodigio y la mujer adulta tuvo altibajos pues su clara inteligencia y agudeza mental no le permitieron continuar en un medio de oropel que es en el que se hubiera desarrollado en la farándula de la ciudad de México. Ella fue mucho más que una talentosa y natural actriz: Fue una mujer con ideas propias que logró trascender su ego.

La fallecida actriz tenía raíces española, francesa, ucraniana y lituana. Su padre José María Llamas Olarán español de origen vasco y su madre francesa María Andresco Kuraitis llegaron a México en 1939 como refugiados de la Guerra Civil española. Ya siendo una joven de veintidós años se desposó en 1966 con Rómulo Lozano Morales, un popular animador de televisión que hizo época en Monterrey. Él la conoció cuando ella era una niña famosa y tenía el calificativo de la “Shirley Temple mexicana”.

En 1977 la vi dentro de la concurrencia de la fiesta de quince años de una hija del comediante “El Patillas” y de la ex bailarina conocida como “Baby Doll” ambos del medio artístico regiomontano cuando se acostumbraba que hubiera chambelanes y damas para hacer marco a la festejada. La hija mayor de María Eugenia, del mismo nombre, fue dama y yo chambelán y en los múltiples ensayos de pronto aparecía “La Tucita” para ir por ella. Entonces desconocía la importancia y la fama de María Eugenia Llamas.

Pude haber hecho amistad con ella desde 1985 pues el director teatral Rogelio Villarreal Garza nos invitó para hacer mancuerna en la obra “Nada como el Piso 16” de la dramaturga mexicana de origen español Maruxa Vilalta, proyecto que se montaría para ser presentado en la inauguración del Teatro Círculo.

Finalmente para mi fortuna entre 1994 y 1999 confluimos constantemente en las reuniones del extinto Consejo Cultural de Nuevo León y entonces cultivamos una amistad donde ella brilló por sus comentarios siempre alegres y con visos de genialidad.

Hace apenas tres años María Eugenia Llamas acudió a la lectura de una comedia musical de mi autoría junto a las actrices Delia Garda y Emma Mirthala y a los actores Juan Alanís y Juan Gilberto Flores. “La Tucita” llevaría el papel central representando a la Señorita Tulitas Hernández –añosa soltera muy a su pesar-, que encuentra el amor y se transforma en una mujer atrevida luego de perder su doncellez en las Grutas de Bustamante según la trama de “Que me perdone el Señor de Tlaxcala”. La escenografía y mobiliario iban a ser reciclados para darle el toque de sustentabilidad. De haberse montado la comedia el rol de Tulitas lo hubiera desempeñado a la perfección. María Eugenia cambió su residencia a Cuernavaca.

Se va a extrañar su voz, de tonos medios, llena de matices que al igual que seducía, resultaba imperativa y hasta subversiva para expresar una opinión. Tenía una dicción y un manejo de la palabra, espléndidos. El último reconocimiento que recibió fue la Medalla al Mérito de la Spanish American Itinerate Academy of Itinerate Oral Narration en 2007, por su trayectoria de 60 años.

“La Tucita” amaba la tradición oral y contaba cuentos como ninguna. Murió el pasado 31 de agosto apenas de setenta años. Espero que hayan quedado para la posteridad audios con su voz incomparable ya sea leyendo poesía, o narrando historias.

Refiriéndose a su experiencia como profesora cuando enseñaba teatro a reos, dijo en una entrevista para televisión: “Soy feliz si alguna persona en alguna parte piensa que le hice conocer un mundo diferente”.

Ahora no necesitará pedir a Pedro Infante la pistola “pa’ dormir tranquila”, ahora “La Tucita” descansa segura de haber sido una madre ejemplar para María Eugenia, Fernando y Luz María, una buena esposa y una actriz que dejó huella en el cine mexicano.

Carlos Gómez

miércoles, 10 de septiembre de 2014

EL OLVIDO NO OLVIDADO

Hace treinta años escribí: “No me gusta el olvido, el olvido es de extraños. Olvidarte sería como la misma muerte, mientras vida me quede, continuarás eterna. “   El olvido poético, es bien distinto al olvido en condiciones de redes sociales que hoy en día parecen ser la plataforma más importante de relacionamiento humano, por lo menos, para los 2700 millones de usuarios del Facebook.
El experimentado comunicador Uldrich Sander, que a la fecha no ha querido involucrarse en Facebook, me compartía que las personas ya hemos perdido el derecho al olvido haciendo referencia a que es imposible borrar aquello en que hayamos aparecido en las redes sociales, y que no nos agrade.
Ciertamente aunque solicitemos a Google quitar de su buscador información que nos pertenece, siempre estará allí pues no desaparecerá la página original.
La vida cotidiana, en condiciones de redes sociales, ya no da lugar a ningún misterio sobre los personajes que admiramos, podemos conocer casi todo de ellos…
El periodista editorial Jorge Ramos apunta en el ensayo titulado “El derecho a ser olvidado”, cito: “Todos alguna vez hemos hecho cosas estúpidas que quisiéramos olvidar”.
Hoy el Instagram, el Twitter, el WatsApp o el Facebook son herramientas digitales todopoderosas que nos inundan de información válida o no, real o ficticia. Dos mil millones de búsquedas en Google y los miles de millones de videos que se pueden ver en YouTube, dan testimonio de esta marejada informativa.
Gracias a que los dispositivos telefónicos de tarifas planas incluyen herramientas gratuitas como el WhatsApp y el Messenger, somos víctimas y victimarios de la multiplicación de mensajes que llegan a toda hora. En mis noches de insomnio, observando los mensajes en mi aparato celular hay algunos mensajes que llegan entre las tres y las cinco de la mañana, mismos que respondo. También soy un cibernauta atrapado por las redes sociales.
Ahora, la vida digital está rebasando peligrosamente a la vida real. En el municipio rural de Bustamante Nuevo León, el Ayuntamiento cuenta con Facebook, también el representante de la Iglesia Católica, y hay un creativo ciudadano que cuenta con uno muy visitado. La población sabe todo de todos aunque a veces haya información no confiable.
Puedo asegurarles que pronto se ofrecerá un doctorado en psicología cibernética que aporte conocimientos sobre la problemática humana que surge de la comunicación digital.

Las desavenencias conyugales que se producen por mensajes que llegan a las personas de manera correcta o incorrecta, son crecientes. Conozco más de diez matrimonios que han llegado al divorcio a raíz de una mala comunicación cibernética.

Cada vez hay más casos de romances de parejas que se conocieron a través de redes sociales y que en general no funcionan. Los individuos que entablan una relación amorosa nacida en el ciberespacio tal vez tuvieron miedo al humano enamoramiento presencial, supliéndolo por un trayecto de imágenes y palabras que se digitan al compás de la soledad.
Me consta que algunos vividores “cazan” a víctimas potenciales a partir de la riqueza económica que se percibe en las fotografías que suben veleidosamente a las redes sociales.

Una expresión de hedonismo extremo son las selfies que a manera de auto retratos se toman personas sin ser actores políticos o estrellas de cine y que llegan a un penoso grupo de seguidores sin voz y sin oficio. La era digital atenta contra la privacidad de todos.

La campaña “Teme a Google” es un intento de frenar a quienes lucran con la privacidad de personas como Jennifer Lawrence, Kate Upton y Scarlett Johansson cuyas fotografías casuales mostrándose desnudas, jamás podrán ser borradas.

En México el gobierno federal se comprometió a abatir la brecha digital para que las poblaciones originarias no estén al margen de los avances de la comunicación cibernética. Si esto se lograra, los demonios por fin podrán circundar a los guardianes de la Tierra, y ellos, los más genuinos habitantes del planeta, tampoco tendrán el derecho al olvido.

Carlos Gómez

jueves, 4 de septiembre de 2014

UNA ENCUESTA REVELADORA

Nogales en Bustamante, N.L.
Imagen de la página bustamantenl.gob.mx
Dormir es una actividad necesaria para los seres humanos. Si se logra descansar a lo largo del sueño se le puede calificar, como reparador.

Cuando duermo en ciudades, aún en la que vivo, mi descanso es incompleto. Si voy a dormir en Bustamante, - ese mágico municipio rural de Nuevo León-, logro realmente descansar y hasta tomo una siesta luego del mediodía, de esas en las que pierdo la noción del tiempo.

¿Por qué ocurre esto? Bustamante cuenta con 180 mil nogales. Imaginen ustedes el nivel de oxígeno que se placea en ese lugar. Si se hace algún ejercicio allí durante el día, al momento de llegar la noche, el sueño siempre es placentero.

En las ciudades la contaminación atmosférica produce que los ojos lagrimeen, y provoca tos, signos superficiales de incomodidad del organismo humano ante los agentes patógenos que contiene el aire; además la contaminación atmosférica tiene la posibilidad de anidar enfermedades mortales, circunstancia nada menor pues representa altos costos para el sistema de salud pública.

En la atmósfera de Monterrey existe la mayor concentración de partículas contaminantes (PM10 y PM2.5) que en ninguna atmósfera de otra ciudad mexicana. Aunque existe el Sistema Integral de Monitores Ambientales (SIMA) sus alcances lo hacen deficiente. La interpretación de los datos sobre la contaminación atmosférica que se obtienen a través del SIMA arrojan a primera vista, sólo los datos máximos semanales. Los interesados tenemos que buscar otra página y traducir con fórmulas y promedios móviles para conocer datos reales de la calidad del aire que respiran los habitantes metropolitanos. 

Imagen tomada de internet
El activista David Pulido representante del colectivo “Pueblo Bicicletero”, sostuvo durante la presentación de los resultados de encuestas sobre la calidad del aire en el Área Metropolitana de Monterrey, que hay un déficit en materia de áreas verdes; que falta una verdadera aplicación de la legislación en contra de los contaminadores; que sigue habiendo pedreras y también cementeras; que hay un mal sistema de transportación pública y una pobre planeación del desarrollo urbano. Pulido declaró que no existen políticas públicas integrales entre los tres niveles de gobierno.

Imagen tomada de internet
La asociación civil, “El Poder del Consumidor”, el colectivo ya mencionado y Dinamia, empresa dedicada a los sondeos, levantaron 1400 encuestas a jóvenes y adultos resultando entre otras cosas que el 75% de los encuestados relaciona los problemas de salud que ha padecido, con la mala calidad del aire, y que el 84% desconoce cómo y dónde consultar, -si los hubiera-, reportes sobre la calidad del aire que respiran.

De acuerdo a esta reveladora encuesta, si la consideramos como bien realizada y representativa, hay un 26% de los encuestados que creen que la calidad del aire que respiran es buena, situación preocupante porque entonces hay ignorancia sobre la peligrosidad del aire en por lo menos una cuarta parte de la población metropolitana.
 


La atmósfera de Monterrey es la que tiene mayor contenido de material particulado a nivel nacional, material que implica concentraciones menores a 10 micrómetros (100 veces más pequeñas que un cabello) y que genera por lo menos, bronquitis crónica. También en estas partículas se hace presente el carbono negro que produce cáncer pulmonar.

Es un hecho que en Monterrey hay un número creciente de personas con enfermedades pulmonares, aunque en las estadísticas no aparecen las que las tienen y aún no se han atendido médicamente.

Recientemente se han establecido dos nuevas normas mexicanas, la NOM-020-SSA1-2014 y la NOM-025-SSA1-2014 que respectivamente norman los límites de ozono y de material particulado.  Espero que ambas normas se cumplan en ciudades de la dimensión de Monterrey y su área metropolitana así como en ciudades medias.

Es preciso que los gobiernos locales no sean negligentes y se responsabilicen implementando políticas públicas que mejoren la calidad del aire, porque cada vez somos más los ciudadanos estamos observando su desempeño y también por el interés propio de sus representantes están muriendo lentamente bajo el influjo de una atmósfera que también ellos y los suyos, respiran…

Carlos Gómez

martes, 2 de septiembre de 2014

EL RETORNO DEL MAGUEY

Don Desiderio Hdez. Xochitiotzin
Pulque y chito, seguro muchachito." Frase popular que me compartió el extinto cronista de Tlaxcala, Desiderio H. Xochitiotzin y que refiere las cualidades afrodisíacas del pulque.

Los magueyales fueron parte de la belleza escénica del altiplano que recorrieron una y otra vez ejércitos de las diferentes facciones en la guerra de independencia y en la revolución mexicana. Pero en el campo mexicano, los magueyales ya no embellecen el paisaje.

A partir del Siglo XX decayó el consumo de pulque por el surgimiento de la industria cervecera lo que hizo que el maguey pulquero fuera desapareciendo de los ecosistemas pues es una planta que aunque pudiera pensarse que sobrevive sin necesidad de cuidados, es de trato especial, además de la desforestación que sufrió para sembrar en su lugar, cebada. Existe una hipótesis de que esta planta que le ha dado identidad al altiplano de México proviene de la región de Aridoamérica y que una de las tribus migracionales la adoptó y la plantó como señal de sedentarismo.

La otrora productiva actividad económica de la explotación del maguey llegó a generar una de los ingresos más sobresalientes por concepto de impuestos tanto en el Virreinato como en el México independiente. A finales del Siglo XIX había productores de pulque que enviaban a la ciudad de México un millón cuatrocientos mil litros de pulque al mes, que se ofrecían en las pulquerías que entonces abundaban.

Sobre el origen del maguey hay un mito prehispánico de carácter sagrado en torno a una mujer bella de nombre Mayahuel que tuvo amoríos con el dios Quetzalcóatl. Al percatarse de la situación la abuela de la mujer la descuartiza, y Quetzalcóatl desconsolado hace que de cada uno de los trozos del cuerpo inerte de Mayahuel surja un maguey. Los magueyes que nacen desde la muerte de Mayahuel luego se propagaron, de acuerdo al mito.

“Seiscientos años antes de que llegaran los españoles aquí ya se destilaba mezcal”, expresó Mariano González Zarur, gobernador de Tlaxcala, en la presentación del libro “El maguey y el pulque en la región central de México” realizada el martes pasado. Lo cierto es que el descubrimiento del pulque tiene sus orígenes en Cholula II, como se puede observar en su mural de los bebedores de pulque, contemporáneo a Teotihuacán II (200-350 d.C).

De las heredades del maguey que aún existen destacan los metlepantles que son terrazas bordeadas de magueyes que tienen la función de detener la erosión de la tierra y retener el agua de lluvias representando una técnica agrícola con antigüedad de tres mil doscientos años y que aún se pueden encontrar en “labores” tlaxcaltecas.

Ahora el maguey retorna con fuerza a su sitial de honor por la gran importancia biocultural que reviste. Hay investigaciones que ponen en claro sus propiedades alimenticias y medicinales (nutrasépticas), amén de su papel indiscutible en la cultura popular.

Del maguey se utiliza el cien por ciento: el quiote, las pencas y hasta las púas de las pencas y el mezontete. En tiempos prehispánicos se empleaba el maguey no sólo como alimento, también para suplir el agua cuando escaseaba o para preparar enemas curativas para aliviar padecimientos gástricos; para techar viviendas, para hacer vestimentas y calzado. Ahora está de moda que en los “antros” de Tlaxcala, Puebla, Querétaro e Hidalgo los jóvenes consuman en lata, pulque curado con saborizantes.

Ahora hay interés de gobiernos estatales del centro del país en promover empresas agroindustriales con perfil social enfocadas en el aprovechamiento sustentable del maguey. La UNAM está produciendo un millón y medio de magueyes in vitro que serán entregados a campesinos tlaxcaltecas para producción y comercialización. Con esto los tlachiqueros, (raspadores del maguey), y los productores de pulque establecerán un clúster en donde todos los involucrados podrán salir ganando.

El pulque se sigue utilizando como insumo para la producción de pan como es el caso del que se produce en Saltillo y que lo hace uno de sus símbolos de identidad cultural. Me pregunto si los magueyes de los que se extrae el pulque en esta ciudad provienen de aquellos que fueron traídos en 1591 por pioneros tlaxcaltecas.

Carlos Gómez

EL FARA-FARA

Nadie conoce con certeza quién acuñó el término “fara-fara”, pero los que habitamos Coahuila, Nuevo León o Tamaulipas, y somos de cepa, al escuchar estas dos sílabas que se repiten sabemos que se refieren a un conjunto musical compuesto de acordeón y bajo sexto.
Ayer, dentro del Encuentro con la Música Norteña fui parte integrante de un coloquio en el que se intercambiaron ideas y experiencias con el propósito de puntualizar la problemática que tiene la música norteña de México.
Los convocantes, con el patrocinio de CONARTE, que es el brazo cultural del gobierno estatal, fueron artistas e investigadores del tema, todos ellos amigos entrañables como los esposos José Garza y Luisa Fernanda Patrón y la investigadora e intérprete Marilú Treviño.
La idea fuerza del coloquio fue dilucidar el valor patrimonial de la música de raíz. Este tema me resulta trascendente pues desde inicio de los años ochenta del siglo anterior fui un convencido de la importancia del patrimonio cultural intangible que representan las polkas, redovas, mazurcas, chotises, huapangos, valses y corridos populares que se acompañan con acordeón como base melódica.
Los Madrugadores
Los Donneños
Hay constancia histórica sobre un soldado norteamericano que en 1847 tocó acordeón en la Plaza de Armas de Monterrey en la parte media de la Invasión Norteamericana (1846-1848). Después, con influencia francesa a través de partituras de valses, polkas y mazurcas las parejas bailaban en salones de gran pompa… o dónde se pudiera.
Ya en la primera mitad del Siglo XX, los huapangos, corridos y boleros rancheros se ejecutaban por sencillos músicos en las cantinas aunque ya existían conjuntos como “Los Madrugadores”, que fueron precursores en el mercado de la grabación de fonogramas. Luego destacaron “Los Donneños” dueto formado por los nuevoleoneses Mario Montes y Ramiro Cavazos quienes grabaron en la Unión Americana sus primeros éxitos y luego tuvieron su propia compañía disquera.
Carlos y José
Los conjuntos pioneros de la música norestense se nutrieron de temas musicales como “La Varsoviana” que es un chotis que entonaba mi abuela materna y que le había enseñado su madre marinense. Justamente en Marín Nuevo León el dueto de “Los Diositos” rescató la canción ranchera “El Chubasco” que luego interpretaron e hicieran famosa, “Carlos y José”.
Antes en México, “Los Alegres de Terán” incursionaban con éxito en el gusto de la población siendo un conjunto que fue parte aguas para otros grupos como “Carlos y José” (integrado por Carlos Tierranegra Salazar y José Rodríguez), “Los Relámpagos del Norte”, (integrado por Ramón Ayala y Cornelio Reyna), “El Palomo y el Gorrión” (integrado por Cirilo y Miguel Luna Franco), “Luis y Julián” (integrado por los hermanos José Luis y Julián Garza Arredondo), aunque había destacados solistas como Pedro Yerena, Juan Salazar, Lorenzo de Monteclaro y Chuy Rodríguez. A todos ellos los conocí y les aprecié.
Para que el fenómeno de la música de conjunto se consolidara surgieron disqueras en territorio de ambas fronteras y estaciones de radio como la XEFB, la XEH, y la XEOK que promovían el contenido de los acetatos en programas especiales como lo fue “Arriba el Norte” dedicado a “Los Alegres de Terán”. Luego surgieron representantes artísticos, algunos de ellos vivales que se aprovecharon de la ignorancia y cuna humilde de los músicos, que ofertaban sus actuaciones haciéndose millonarios. Entre 1960 y 1980 se comercializó la música norteña y de 1980 al 2000 fue su boom.
En la última década la industria discográfica se vino abajo. Un poco antes había empezado a disminuir la calidad artística de los conjuntos y grupos musicales pues sólo se daban a conocer en la radio las producciones de quienes daban la llamada “payola” -la corrupción seduce y reduce-; los derechos de autor de diluyeron con la presencia de la piratería y ahora con las redes sociales, cualquier persona puede tener acceso a la música de su preferencia.
Pero esta manera de comunicación global es la que puede permitir que la música norteña con nuevos elementos identitarios sobreviva siempre y cuando sus seguidores desarrollen por ella un verdadero sentido de pertenencia.


Carlos Gómez

LOS OBSERVATORIOS CIUDADANOS

Un síntoma claro de la importancia de la ciudadanización de los procesos sociales, y de la vigilancia de la eficacia de las autoridades de los tres niveles de gobierno en materia de gobernanza, transparencia y medio ambiente, es el establecimiento de observatorios ciudadanos.
Uno de los grandes temas medioambientales es la calidad del aire que respiramos quienes vivimos en ciudades.
En la mañana del viernes pasado transitando por la autopista de Saltillo a Monterrey, a partir del lugar en que se encuentran ocho gigantescos molinos eólicos observé un cambio drástico en el aspecto visual de la atmósfera: De un cielo límpido y azul, a un cielo grisáceo. Prácticamente se oscureció mi visión.
Ese mismo viernes ya en Monterrey, desde el piso treinta y uno del edificio de la Torre Administrativa en el que se concentran algunas dependencias del gobierno estatal, observé con claridad la nata de contaminación que cubre la atmósfera del área metropolitana. Estando en ese mismo edificio caí en la cuenta del aire artificial que estaba respirando. Una doble “ración” de aire de dudosa calidad el que muchas personas citadinas tenemos que respirar cotidianamente.
La contaminación atmosférica está afectando la salud de los habitantes de la metrópoli, reducir dicha contaminación es una tarea compleja que requiere de acciones coordinadas principalmente por parte de las autoridades involucradas.
Es aún incipiente la participación organizada de ciudadanos en la resolución de los problemas medio ambientales que nos aquejan. En el pasado se habían realizado diferentes esfuerzos ciudadanos en torno al tema pero tuvieron poco impacto por ello se estableció el 16 de julio el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire del Área Metropolitana de Monterrey.
Su propósito es conformar una agrupación de ciudadanos e instituciones políticamente apartidistas con experiencias diversas pero transversales para observar el estado de la atmósfera del área metropolitana que hoy día es la más contaminada de México.
La agrupación buscará los mecanismos para informar de manera oportuna y veraz al resto de la ciudadanía sobre los niveles de contaminación en el aire, y si éstos rebasan la norma mundial; adicionalmente los integrantes de la agrupación harán un llamado a los organismos públicos, a los actores sociales y a los agentes económicos con el fin de promover acciones claves y eficientes para ir corrigiendo esta problemática.
Este observatorio ciudadano buscará realizar un diagnóstico de la calidad del aire del Área Metropolitana de Monterrey en el que participen representantes de las universidades locales. Se aprovechará para encontrar la línea base, información de las estaciones de monitoreo, e información de carácter académica ya existente.
La gobernanza de este observatorio ciudadano será horizontal cambiando su presidencia, secretaría técnica y vocería cada dos años. La misión y visión del observatorio se construirá con la participación de los integrantes, por cierto, una nómina de personas muy reconocidas en los campos de la ciencia, la educación ambiental, la arquitectura, el urbanismo y el derecho ambiental.
EL Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire del Área Metropolitana de Monterrey tendrá reuniones públicas cada trimestre para informar sobre la mejoría o enrarecimiento del aire informando sobre sus efectos en la salud. Propondrá iniciativas de ley, recomendará mejores prácticas de consumo y producción, y evaluará la actuación de las autoridades responsables de la materia. Hará política ciudadana pero nunca se sumará a plataformas partidistas, esta será una condición indiscutible en el actuar de este observatorio.
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Carlos Gómez

MI ABUELO VILLISTA

Imagen tomada de zacateks.com
A finales de julio o inicio de agosto se llevó a cabo en la ciudad de Zacatecas el XXXVII Congreso de Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas en el marco del Centenario de la Toma de Zacatecas. Estuve allí por poco tiempo pero la breve estancia bastó para recordar a mi abuelo paterno, Apolonio Gómez Cortinas, quien el 23 de junio de 1914 participó en la toma militar de esta ciudad que estaba en manos de las fuerzas huertistas.

Nacido en 1892 en Parras de la Fuente Coahuila, Apolonio era un joven de 21 años de edad cuando inspirado en los ideales de don Francisco I. Madero, recién victimado en los acontecimientos de la Decena Trágica, se unió a Francisco Villa como parte de la División del Norte durante tres años hasta que se extinguió el ejército villista. El primer combate importante en el que participó fue en 1913 en la primera Toma de Torreón, y en la segunda toma de esta plaza en 1914. En la Toma de Saltillo, en la batalla de Paredón, en junio de 1914 en la Toma de Zacatecas y en 1915, en las batallas de Celaya, entre muchas otras. Bajo las órdenes del General Eugenio Aguirre Benavides en la Brigada Zaragoza, mi abuelo ascendió de cabo hasta el grado de teniente coronel al frente de un escuadrón de caballería compuesto de 500 soldados con máuser en mano.

Fue hasta mi adolescencia cuando conocí a mi abuelo Apolonio. Era alto, de cuerpo delgado y esmirriado, de cejas pobladas y nariz aguileña. Entonces le hice una entrevista. Lo volví a ver cuando estaba iniciando mis estudios de la carrera de economía.

Apolonio, de 19 años conoció a dos personas que luego tuvieron roles protagónicos en la historia de su tiempo. Alguna vez el porfirista Francisco Cárdenas, en Parras de la Fuente, le pidió que llevara un documento a Juan Andreu Almazán, a quien encontró jugando boliche en el Hotel México. Tiempo después, Cárdenas fue el autor material de la muerte de don Francisco Madero, y Andreu pasó de ser maderista, a huertista, a villista y hasta zapatista, enriqueciéndose luego de culminar la revolución mexicana con contratos gubernamentales logrados por sus buenas conexiones. Fue candidato presidencial en 1939.

Mi abuelo quien contaba con educación, pues su madre había sido institutriz, escuchó a Villa comentando entre sus “muchachitos” la razón por la que dejó de llamarse Doroteo Arango cuando defendió el honor de su hermana que luchaba junto con su madre para no ser llevada por el hijo del patrón; al que le disparó con una carabina para luego huir

En la última de las batallas de Celaya en 1915, Apolonio Gómez fue alcanzado por Villa quien le preguntó. -¿Cuánto parque traes? ¡Veinte cartuchos mi general!, le contestó. Villa le dijo: ¡Aquí tienes sesenta más! Con ochenta cartuchos no podremos ganar, le replicó mi abuelo observando que ya habían llegado refuerzos de los federales.

¡Con eso hay para tomar la plaza! Villa estaba acostumbrado a ganar pero esta vez perdió pues las balas que le habían vendido caían antes de llegar a los objetivos porque contenían pólvora húmeda y eso era algo que sabían los carrancistas.

En ese combate le mataron su caballo a mi abuelo y le gritó ¡cobarde! a un general villista que huía y que antes le había dicho que los cobardes no abandonaban el campo de batalla.

Terminada la revolución, Villa, otra vez como bandolero, cruzó la frontera de los Estados Unidos incendiando el pueblo de Columbus Nuevo México en marzo de 1916. Mi abuelo partió también al vecino país del norte con su esposa Cleotilde a la que había raptado en Irapuato, Guanajuato con ayuda de soldados en 1914, para darse una tregua. Regresando a su patria trabajó en Ferrocarriles de México diseñando puentes. 

En el final de su vida adquirió una librería que estaba en bancarrota sobre la Calle Hidalgo frente al Hemiciclo de Juárez en la ciudad de México escribiendo artículos para prensa sobre hechos históricos sobre la Revolución Mexicana. Nunca regresó al Rancho de San Isidro en Parras de la Fuente, propiedad de su padre. Pensó que esas tierras las necesitaban más que él y sus hermanos, las familias que se las habían apropiado.

Recuerdo que me compartió con emoción el mes que estuvo destacado en las afueras de Zacatecas antes de ser tomada por los villistas. Esta justa militar marcó el fin del usurpador Victoriano Huerta y ahora que estuve en esa ciudad, pensé en los héroes anónimos como mi abuelo que participaron en la construcción de la democracia participativa en México.

Carlos Gómez